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17 Hippies

por Charlie Gingett

The Sound of the World. Noviembre del 2007

Lo hacen todo tan bien, estos 17 hippies escriben canciones con melodías memorables que cantan sin esfuerzo en alemán, francés o inglés. Pero siguen sin ser reconocidos, sin ser queridos ni amados, campeones de nadie,. Como puede ser esto???

Quizás deberían haber elegido un nombre distinto, uno que no trajera a la memoria una improbable banda de pipas aficionados de los Grateful Dead . Así las cosas quizá fueran mejor. Pero no usan guitarras eléctricas y tampoco son exactamente 17 –podrían ser mas, pero normalmente viajan poco mas de una decena. Tampoco son hippies en cierto sentido del término, aunque viven en Berlín, esa ciudad donde una comunidad libre y flotante de artistas, escritores y músicos pueden pagar los mejores alquileres de Europa, y donde todavía es posible seguir el instinto y no caer en la fácil tentación de lo comercial.

Pero hay un problema mas de fondo con estos 17 hippies. Suenan como si se lo pasaran en grande, y no se tomaran muy en serio. Y claro, esto puede causar problemas en los periodistas y críticos, que necesitan una buena definición de las cosas, y cierto toque de angustia en las vidas y músicas de sus artistas preferidos, pero mientras que es cierto que en su sonido hay una atmósfera luminosa y abierta, al escarbar un poco no dejamos de ver la melancolía y cierta pesadumbre. Es mas profundo de lo que el oído percibe en primera instancia.

Kiki Sauer canta sin defectos la exquisita balada ‘Son Mystere’ (Hijo del misterio) en francés, y escribe la letra en alemán cantada por el angloparlante miembro del grupo, Chris. Tanto Wann war das? (cuándo pasó?) y Tick Tack confluyen en una nostalgia del período de entreguerras, como si fueran una banda transatlántica. La vibrante Deine Tränen (tus lágrimas) tiene trazas de una banda gitana que viniera de los Balcanes. Cada canción tiene suaves variaciones de diferentes instrumentos, que oscilan desde el banjo y el acordeón a la guitarra y el clarinete, como también lo son sus influencias –desde el cajun de Louisiana, a Cole Porter, la chanson francesa y Leonard Cohen. Definitivamente inclasificables, ni son rock ni son world music. Relativamente conocidos en Alemania, tienen buen público en Francia, donde han llegado hasta las radios generalistas. Podrían ser perfectamente la banda que actuara junto a Manu Chao, en una gira mundial, sin sonar en absoluto a él, pero siendo perfectamente compatibles. Siempre han sido muy interesantes, y este Heimlich (escondido) es de largo su mejor álbum.

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