Uno de los últimos nombres en apuntarse al carro de la remezcla de música brasileña para las pistas de bailes fue el proyecto del belga Dirk Swartenbroekx.

Su segundo álbum, Our girl in Havana es clara prueba de ello. Pero no sólo hay ritmos brasileños sino que a partir de diferentes samples Buscemi nos regala un álbum lleno de house, batucadas, breakbeat, deep jazz, downtechno y bossa nova futurista. Muchos desconocerán que la historia de Buscemi ya pasa de los 4 años.

Su primer maxi titulado La plus belle africaine (97) fue una tremenda sorpresa en el país flamenco. Su fusión de sonidos hizo que dos de los totems del gusto refinado y exquisito, musicalmente hablando claro está, se fijaran en él. Así Gilles Peterson, capo de Talkin' Loud y uno de los djs radiofónicos más importantes del mundo, incluía un tema suyo en su sesión para Journeys by dj, y Morpheus recogía en el quinto volumen de Freezone un inédito del belga. Unos padrinos como estos no se encuentran todos los días.